En este capítulo, Dios hace un llamado a la memoria, recordando a Israel su relación especial con Él. A través de la voz de Jeremías, se evoca el tiempo en que el pueblo era fiel y seguía al Señor con devoción. Sin embargo, la narrativa rápidamente se oscurece al señalar la infidelidad de Israel, que ha cambiado su gloria por ídolos vanos. La idolatría se denuncia con vehemencia, y se destaca cómo el pueblo ha abandonado las aguas vivas de Dios para cavar cisternas rotas que no retienen agua. Este contraste entre la fidelidad de Dios y la traición de su pueblo resuena a lo largo del capítulo, subrayando la gravedad de la deslealtad y la necesidad de arrepentimiento. Este pasaje invita a la reflexión sobre la importancia de permanecer fiel a Dios en un mundo lleno de distracciones y falsedades.
Jeremías capítulo 2
- Jeremías 2:1
- Jeremías 2:2
- Jeremías 2:3
- Jeremías 2:4
- Jeremías 2:5
- Jeremías 2:6
- Jeremías 2:7
- Jeremías 2:8
- Jeremías 2:9
- Jeremías 2:10
- Jeremías 2:11
- Jeremías 2:12
- Jeremías 2:13
- Jeremías 2:14
- Jeremías 2:15
- Jeremías 2:16
- Jeremías 2:17
- Jeremías 2:18
- Jeremías 2:19
- Jeremías 2:20
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