El versículo de Isaías 18:3 se dirige a todos los habitantes de la tierra, subrayando el alcance universal de la comunicación de Dios. La imagen de una bandera levantada en los montes y el sonido de una trompeta sirven como metáforas de señales divinas que buscan captar nuestra atención. Una bandera, utilizada en tiempos antiguos para reunir a las personas o señalar eventos importantes, simboliza algo notable y visible para todos. De manera similar, una trompeta, con su sonido fuerte y distintivo, actúa como un llamado a escuchar y prepararse. Este versículo sugiere que los mensajes de Dios no son ocultos ni oscuros; están destinados a ser vistos y escuchados por todos. Nos recuerda la importancia de estar espiritualmente alertas y listos para responder a la guía de Dios. Al emplear imágenes tan vívidas, el versículo transmite la idea de que la presencia e instrucciones de Dios son evidentes y accesibles para todos los que estén dispuestos a prestar atención. Llama a una conciencia colectiva y a la disposición para responder a lo divino, enfatizando que la comunicación de Dios trasciende fronteras y está destinada a todas las personas, sin importar su ubicación o estatus.
Todos vosotros, los moradores de la tierra, ved, y prestad oído, los que habitáis en la redondez de la tierra; cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se tocare trompeta, oíd.
Isaías 18:3
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