El Salmo 98 es un alegre himno de alabanza que celebra la salvación de Dios y llama a toda la creación a regocijarse. Comienza con un llamado a cantar un nuevo canto al Señor, destacando las maravillas que ha realizado. A lo largo del salmo, se recuerda cómo Dios ha mostrado Su salvación y ha revelado Su justicia a las naciones. La imagen de la tierra que se alegra y los ríos que aplauden resalta la universalidad de la adoración a Dios. Este salmo también incluye un llamado a los pueblos y a los reyes a unirse en alabanza, reconociendo que Dios es el Rey que viene a juzgar la tierra con justicia. La culminación del salmo es una invitación a toda la creación a regocijarse en la grandeza de Dios y a alabarlo por Su salvación. Este salmo invita a los creyentes a celebrar la bondad de Dios y a compartir Su mensaje de salvación con el mundo.
Salmos capítulo 98
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