El Salmo 35 es una intensa súplica de David que clama a Dios por justicia y protección en medio de la persecución. Comienza con un clamor por defensa contra un pueblo impío, pidiendo que Dios lo libre de los engaños y la opresión. A lo largo del salmo, David expresa su deseo de que Dios lo escuche y lo salve de sus enemigos, quienes actúan con maldad. La confianza en la justicia de Dios es un tema central, ya que David expresa su deseo de que los malvados sean castigados por sus acciones. Este salmo también destaca la importancia de la integridad y la honestidad, ya que David recuerda cómo ha tratado a sus enemigos con bondad. Al final, David invita a la comunidad a unirse en alabanza por la justicia de Dios. Este salmo invita a los creyentes a clamar a Dios en tiempos de dificultad, confiando en que Él es un defensor fiel que escucha las súplicas de los justos.
Salmos capítulo 35
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