El Salmo 24 es un poderoso himno que exalta la soberanía de Dios sobre toda la creación y establece la pureza requerida para entrar en Su presencia. Comienza con la declaración de que 'del Señor es la tierra y su plenitud', afirmando que todo lo que existe le pertenece. Este salmo invita a la humanidad a reconocer la grandeza de Dios como Creador y Rey. A medida que avanza, se plantea la pregunta: '¿Quién subirá al monte del Señor?'. La respuesta revela que solo aquellos con manos limpias y corazón puro pueden acercarse a Dios. Este llamado a la pureza moral y espiritual es un recordatorio de la importancia de vivir en rectitud ante el Señor. El salmo culmina con una proclamación triunfal de la entrada del Rey de gloria, quien es identificado como el Señor fuerte y poderoso. Este salmo invita a los creyentes a reflexionar sobre su relación con Dios y a buscar la pureza en sus vidas.
Salmos capítulo 24
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