El Salmo 140 es una intensa súplica de David que clama a Dios por protección contra los malvados y la justicia divina. Comienza con un clamor por ayuda, donde David pide que Dios lo libre de los hombres malvados y de los violentos. A lo largo del salmo, David describe la maldad de sus adversarios y su deseo de que Dios intervenga en su defensa. La confianza en la justicia divina es un tema central, donde David expresa su fe en que Dios escuchará su clamor y lo salvará. Este salmo también incluye una afirmación de que los malvados recibirán su merecido, asegurando que la justicia de Dios prevalecerá. La culminación del salmo es un llamado a confiar en la intervención divina y a recordar que Dios es el defensor de los justos. Este salmo invita a los creyentes a clamar a Dios en tiempos de peligro, confiando en que Él escucha y responde a las súplicas de aquellos que buscan Su ayuda.
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