El Salmo 138 es un himno de acción de gracias que celebra la fidelidad de Dios y Su respuesta a las súplicas del salmista. Comienza con una declaración de alabanza, donde el salmista expresa su determinación de alabar a Dios con todo su corazón y reconocer Su grandeza. A lo largo del salmo, se destaca cómo Dios ha respondido a sus oraciones y ha fortalecido su vida. La imagen de la cercanía de Dios a los humildes resalta Su compasión y amor por aquellos que confían en Él. Este salmo también incluye una afirmación de que, aunque los reyes de la tierra escuchan la palabra de Dios, es Su fidelidad la que sostiene al salmista. La culminación del salmo es una súplica por la preservación y la protección de Dios. Este salmo invita a los creyentes a reconocer la fidelidad de Dios en sus vidas y a ofrecerle gratitud por Su amor y respuesta a sus oraciones.
Salmos capítulo 138
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