El Salmo 135 es un himno de alabanza que celebra la grandeza de Dios y denuncia la idolatría. Comienza con un llamado a alabar al Señor, destacando Su nombre y Su grandeza. A lo largo del salmo, se enumeran las obras poderosas de Dios, recordando cómo Él ha creado y sostenido todas las cosas. La imagen de los ídolos, que son hechos por manos humanas y no tienen poder, contrasta con la grandeza y la autoridad de Dios. Este salmo también incluye una afirmación de que Dios elige a Su pueblo y lo protege. La culminación del salmo es un llamado a alabar a Dios por Su bondad y fidelidad. Este salmo invita a los creyentes a reconocer la grandeza de Dios y a rechazar la idolatría, recordando que Él es el único digno de adoración.
Salmos capítulo 135
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