En medio del juicio de Jesús, los líderes religiosos buscaban motivos para acusarlo. Presentaron testigos falsos que afirmaron que Jesús había dicho que destruiría el templo y lo reconstruiría en tres días. Esta declaración era una mala interpretación de las palabras anteriores de Jesús, donde hablaba de manera metafórica sobre su muerte y resurrección. El 'templo' se refería a su cuerpo, que sería crucificado y luego resucitaría al tercer día. Este malentendido refleja el miedo y la confusión que rodeaban el ministerio de Jesús. Los líderes religiosos se sentían amenazados por sus enseñanzas y buscaban desacreditarlo. Sin embargo, Jesús se mantuvo sereno y en silencio, demostrando su determinación y compromiso con su misión divina. Este escenario invita a los creyentes a reflexionar sobre la importancia de comprender las verdades espirituales y la valentía necesaria para mantenerse firmes en sus creencias, incluso cuando enfrentan acusaciones falsas o malentendidos. También resalta el cumplimiento de la profecía y el desarrollo del plan redentor de Dios a través del sacrificio y la resurrección de Jesús.
y dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días redificarlo.
Mateo 26:61
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