En este momento, Jesús se dirige directamente a Simón Pedro, quien está asombrado por el milagro de la abundante pesca. Las palabras de Jesús, "No temas", son una reafirmación y una invitación. Simón, junto con sus compañeros Jacobo y Juan, recibe un nuevo llamado. La frase "pescador de hombres" es metafórica, indicando que las habilidades de Simón como pescador ahora se utilizarán en un contexto espiritual. Él debe reunir a las personas en el reino de Dios, compartiendo el mensaje de Jesús e invitando a otros a experimentar el amor y la salvación de Dios.
Este llamado marca un punto de inflexión en la vida de Simón, ya que pasa de ser un pescador a convertirse en un discípulo de Cristo. Es un recordatorio de que Dios a menudo nos llama a salir de nuestras zonas de confort y abrazar nuevos roles que se alineen con Su propósito. La invitación de Jesús no es solo para Simón, sino para todos los que lo siguen, animando a los creyentes a participar activamente en compartir su fe y construir una comunidad centrada en el amor y la gracia. Este pasaje destaca el poder transformador del llamado de Jesús y el coraje necesario para seguirlo.