El anuncio del ángel a los pastores es un mensaje profundo de esperanza y presencia divina. La señal dada—un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre—simboliza la humildad y accesibilidad de Jesús, el Salvador. Nacido en un entorno alejado de la grandeza terrenal, el nacimiento de Jesús en un pesebre subraya la idea de que el amor y la salvación de Dios están disponibles para todos, sin importar su estatus social o riqueza. Este momento nos recuerda que Dios a menudo elige lo humilde y lo inesperado para revelar su gloria y propósito.
Los pastores, considerados entre los más bajos de la sociedad, son los primeros en recibir la buena noticia del nacimiento de Cristo. Esta elección resalta la naturaleza inclusiva del reino de Dios, donde los últimos son los primeros y los humildes son exaltados. Anima a los creyentes a buscar la presencia de Dios en lo cotidiano y a abrazar la simplicidad de la fe. La escena del pesebre invita a reflexionar sobre las maneras en que Dios entra en los aspectos diarios de la vida, ofreciendo paz y esperanza.