En este versículo, Dios llama a Su pueblo a reconocer el cumplimiento de Sus promesas y profecías pasadas. Al hacerlo, enfatiza la fiabilidad y verdad de Su palabra. La invitación a "mirar todas estas cosas" sirve como un recordatorio para reflexionar sobre la evidencia de la fidelidad de Dios a lo largo de la historia. Esta reflexión no es solo para el reconocimiento, sino para construir una base de confianza y fe para el futuro.
Dios promete revelar cosas nuevas, ocultas y previamente desconocidas. Esta garantía habla de la naturaleza continua de la revelación y guía divina. Anima a los creyentes a permanecer abiertos y receptivos a la voz de Dios, ya que Él sigue guiándolos y dirigiéndolos de maneras que pueden ser inesperadas o previamente inimaginables. El versículo subraya la importancia de estar atentos a los planes en desarrollo de Dios, que a menudo están más allá de la comprensión humana, pero siempre están alineados con Su propósito y amor por Su pueblo.
Este mensaje es un llamado a confiar en la sabiduría divina y estar listos para abrazar las nuevas percepciones y direcciones que Dios proporciona, reforzando la relación dinámica y en evolución entre Dios y Sus seguidores.