Ezequiel 18:17 aborda el tema de la responsabilidad personal y la justicia divina. Asegura que aquellos que viven rectamente, evitando explotar a los pobres o participar en prácticas financieras injustas, y que cumplen con los mandamientos de Dios, no serán castigados por los pecados de sus padres. Esto refleja un cambio de la responsabilidad colectiva a la individual, enfatizando que cada persona tiene la oportunidad de elegir su camino y ser juzgada en consecuencia. El versículo fomenta un comportamiento ético, la compasión y la adherencia a las leyes divinas, prometiendo vida y bendición a quienes viven según estos principios. Además, ofrece un mensaje de esperanza y redención, sugiriendo que las transgresiones familiares pasadas no determinan el destino de uno. Subraya la importancia de la integridad personal y la posibilidad de una vida justa que conduzca al favor divino. Esta enseñanza es universalmente aplicable, animando a todos a buscar la justicia, la bondad y la fidelidad como un camino hacia la realización espiritual y moral.
y apartó su mano del pobre, y no recibió interés ni ganancia; guardó mis ordenanzas y anduvo en mis estatutos; este hombre es justo; vivirá, dice Jehová el Señor.
Ezequiel 18:17
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