El capítulo 21 continúa con las instrucciones de Dios a Moisés, proporcionando un conjunto de leyes que regulan la vida social y moral del pueblo de Israel. Estas leyes abordan temas como la esclavitud, la violencia, los derechos de propiedad y la justicia. Dios establece principios claros para asegurar la equidad y la protección de los más vulnerables en la sociedad. Este conjunto de leyes refleja el deseo de Dios de que Su pueblo viva en armonía y justicia, promoviendo una comunidad donde se respeten los derechos y la dignidad de cada individuo. Este capítulo es un recordatorio de que la vida en comunidad debe estar guiada por principios divinos que fomenten la paz y la justicia.
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