Moisés comunica un mensaje directo de Dios a los egipcios, indicando un momento crucial que sucederá a medianoche. Esta declaración es parte de una narrativa más amplia donde Dios demuestra Su poder y autoridad ante el faraón, quien ha rechazado repetidamente dejar libres a los israelitas. La elección de la medianoche como el momento para este evento enfatiza la urgencia y gravedad de la intervención divina. Es un momento de juicio, destinado a obligar al faraón a reconocer la soberanía de Dios y a cumplir Su promesa a los israelitas.
El contexto de este mensaje es fundamental, ya que es la culminación de una serie de plagas que han afligido a Egipto, cada una más severa que la anterior. Este anuncio en particular presagia la plaga final y más devastadora, que llevará a la liberación de los israelitas. Sirve como un poderoso recordatorio del compromiso inquebrantable de Dios hacia Su pueblo y Su disposición a actuar de manera decisiva en su favor. El versículo anima a los creyentes a confiar en el tiempo y los planes de Dios, incluso cuando se enfrentan a obstáculos aparentemente insuperables.