En el séptimo capítulo de Deuteronomio, Moisés instruye al pueblo de Israel sobre la conquista de la tierra de Canaán y las directrices que deben seguir para mantener su pureza espiritual. Se les advierte sobre la necesidad de destruir completamente a las naciones que habitan en la tierra, así como sus ídolos y prácticas paganas. Este llamado a la pureza es esencial para que Israel no se contamine con las influencias de los pueblos vecinos. Moisés también recuerda al pueblo que su elección como nación es un acto de gracia divina, no por su grandeza, sino por el amor de Dios. Este capítulo subraya la importancia de la obediencia y la fidelidad a Dios, asegurando que la relación entre el pueblo y su Creador se mantenga intacta. La promesa de bendición y prosperidad está ligada a su disposición a seguir los caminos de Dios y a rechazar la idolatría.
Deuteronomio capítulo 7
- Deuteronomio 7:1
- Deuteronomio 7:2
- Deuteronomio 7:3
- Deuteronomio 7:4
- Deuteronomio 7:5
- Deuteronomio 7:6
- Deuteronomio 7:7
- Deuteronomio 7:8
- Deuteronomio 7:9
- Deuteronomio 7:10
- Deuteronomio 7:11
- Deuteronomio 7:12
- Deuteronomio 7:13
- Deuteronomio 7:14
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