La orden de Eliseo a Gehazi está llena de urgencia y propósito. Al instruir a Gehazi a ceñirse los lomos, Eliseo le está indicando que se prepare para un viaje rápido, ya que esta era una práctica común para quienes necesitaban moverse con rapidez. El bordón que Eliseo le entrega a Gehazi no es solo un bastón; es un símbolo de la autoridad profética de Eliseo y del poder de Dios. La directiva de Eliseo de evitar saludar a nadie enfatiza la importancia de la misión. En tiempos antiguos, los saludos podían ser largos, y Eliseo quería que Gehazi se concentrara únicamente en llegar al niño sin demora. Esta acción refleja una profunda fe en la capacidad de Dios para realizar milagros, ya que Eliseo cree que incluso su bordón, al ser colocado sobre el niño, puede ser un conducto para el poder sanador de Dios. Esta historia anima a los creyentes a actuar con fe y urgencia al llevar a cabo la obra de Dios, confiando en que Dios puede usarlos a ellos e incluso objetos ordinarios para lograr cosas extraordinarias.
Entonces él dijo a su criado: "Ciñe tus lomos y toma mi bordón en tu mano, y ve; si encuentras a alguno, no le saludes; y si alguno te saluda, no le respondas; y pon mi bordón sobre el rostro del niño."
2 Reyes 4:29
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