El trigésimo quinto capítulo de 2 Crónicas describe la celebración de la Pascua bajo el reinado de Josías, quien se esfuerza por restaurar esta importante festividad en Judá. Después de encontrar el libro de la ley, Josías se compromete a seguir las instrucciones de Dios y a celebrar la Pascua de acuerdo con las tradiciones establecidas. Se envían mensajeros a todo Israel para invitar al pueblo a participar en la celebración. La respuesta es abrumadora, y muchos vienen a Jerusalén para unirse en la adoración. Josías organiza la celebración con gran fervor, asegurándose de que todo se realice conforme a la ley. Este capítulo destaca la importancia de la unidad y la adoración comunitaria, así como el deseo de volver a las raíces espirituales. La celebración de la Pascua no solo es un recordatorio de la liberación de Egipto, sino también un llamado a la renovación espiritual y a la fidelidad a Dios. La historia de Josías y la Pascua es un poderoso testimonio de cómo la obediencia a Dios puede traer alegría y restauración a su pueblo.
2 Crónicas capítulo 35
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