En el segundo capítulo de 2 Crónicas, Salomón da un paso decisivo hacia la construcción del Templo en Jerusalén. Reconociendo la magnitud de esta obra, envía mensajeros al rey Hiram de Tiro, solicitando madera de cedro y artesanos calificados. La relación entre Salomón y Hiram es significativa, ya que simboliza la cooperación entre Israel y las naciones vecinas. Hiram responde con generosidad, enviando no solo los materiales solicitados, sino también un experto en trabajo de metales. Este capítulo destaca la importancia de la colaboración y la planificación en la realización de proyectos divinos. La construcción del Templo no solo es un acto físico, sino también un símbolo de la presencia de Dios entre su pueblo, y Salomón se muestra comprometido a honrar a Dios a través de esta obra monumental.
2 Crónicas capítulo 2
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