Samuel se establece como líder espiritual de Israel y convoca al pueblo a un arrepentimiento genuino. En un acto de devoción, los israelitas se reúnen en Mizpa, donde se humillan ante Dios y ofrecen sacrificios. Al ver esta respuesta, los filisteos se preparan para atacar, pero Dios interviene de manera poderosa. Con un trueno que confunde a los filisteos, Israel obtiene una victoria decisiva. Este capítulo ilustra el poder de la oración y el arrepentimiento, mostrando que cuando el pueblo se vuelve a Dios, Él responde con salvación. Samuel establece un altar en honor a Dios, recordando al pueblo que su victoria es un testimonio de la fidelidad del Señor.
Descubre cómo FaithAI está transformando vidas
Miles de usuarios están experimentando un crecimiento espiritual diario y una conexión renovada con Dios.