Un oscuro capítulo se abre para Israel cuando, en un enfrentamiento con los filisteos, el pueblo es derrotado en batalla. En un intento por asegurar la victoria, los israelitas traen el arca de la alianza al campo de batalla, creyendo que su presencia les otorgará poder. Sin embargo, la estrategia fracasa y los filisteos capturan el arca, lo que simboliza la pérdida de la presencia de Dios entre su pueblo. La noticia de la derrota y la captura del arca llega a Eli, quien, al enterarse de la muerte de sus hijos y la pérdida del arca, cae y muere. Este capítulo resalta las consecuencias de la desobediencia y la falta de fe en Dios, así como la gravedad de perder su presencia en medio de su pueblo.
1 Samuel capítulo 4
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