En este versículo, se pone el foco en las acciones militares estratégicas que se tomaron para asegurar ubicaciones importantes. Joppa, siendo una ciudad costera, era crucial para el comercio y la defensa, mientras que Gazara tenía una posición significativa en la frontera de Azotus. Fortificar estas áreas era un paso necesario para protegerse contra posibles invasiones y mantener el control sobre la región. Este acto de fortificación simboliza fuerza y resiliencia, enfatizando la necesidad de estar alerta y preparados ante las adversidades.
El contexto histórico sugiere un tiempo de conflicto y la necesidad de medidas de seguridad para garantizar la seguridad y estabilidad de la comunidad. Al fortificar estas ciudades, la gente no solo se defendía, sino que también recuperaba territorios que habían estado bajo control enemigo. Esto refleja un tema más amplio de restauración y empoderamiento, animándonos a tomar pasos similares en nuestras vidas para salvaguardar nuestros valores y comunidades. Nos recuerda la importancia de ser proactivos y estar preparados para enfrentar desafíos, asegurando paz y seguridad para nosotros mismos y quienes nos rodean.