En el tercer capítulo de 1 Crónicas, se presenta la descendencia de David, detallando sus hijos y los reyes que surgieron de su linaje. Este capítulo es fundamental para entender la continuidad del reino de Israel y la importancia de la dinastía davídica. Se enumeran los hijos de David nacidos en Hebrón y Jerusalén, así como sus descendientes, lo que establece un vínculo claro entre David y los reyes posteriores, incluyendo a Salomón. La mención de cada nombre no solo resalta la herencia real, sino que también refleja la fidelidad de Dios a Su promesa de establecer un reino eterno a través de la casa de David. Este capítulo invita a los lectores a reflexionar sobre la importancia de la familia y el legado en el plan divino.
1 Crónicas capítulo 3
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